viernes, 21 de octubre de 2016

Reseña: Dinamita


Desde pequeños nos dicen que no juguemos con petardos, pero ahora Dinamita nos devuelve esas ganas y pone la mecha bien corta... ¡KABOOOM!

Dina nos informa: han tenido el detalle (entre otras cosas) de hacerlo apto para daltónicos.

En "Dinamita" nos ponemos en la piel de nosotros mismos pero con muchos explosivos en la mano, y eso ya os digo que no puede traer nada bueno...
Este juego es un filler del tipo Party Game (juegos sociales y para fiestas) diseñado para echar partidillas cortas y de entretiempo, aunque una vez que empiezas es difícil parar. sus mecánicas lo hacen un juego ágil y cómodo, además puedes estar de cháchara o viendo alguna serie mientras te echas unas timbas. Pero... ¿Dónde reside su secreto?.


Ocupa poquito espacio (menos que mi cabeza) y es ideal como Party Game.

Hay unos objetivos primordiales en Dinamita, el primero es NO explotar, lo que se traduce en evitar tener catorce o más cartas en la mano al finalizar tu turno, lo que supone (¡Pum!) tu eliminación del juego. Aunque esto más que un objetivo para ganar es una forma de "no perder".

¿Pero que hace falta para ganar?... Tenemos tres opciones muy simples a primera vista, a saber:
- Quedarnos sin cartas en la mano: esto es posible gracias a que cada turno podemos ir soltando una carta de nuestra mano siempre que coincida con el color, la letra o el símbolo que haya en la pila de descartes en el turno anterior (de forma similar a cuando jugamos al "UNO").
- Formar la palabra "Dinamita" con las cartas que tenemos en la mano, acumulándolas sabiamente y con cuidado de no tener de más, porque si llegamos a catorce... ¡pumba!.
- Ser el último jugador en pie (si el resto han explotado como lagartos).

¡Forma la palabra o quítatelas de la mano!


Pero nada es fácil en esta vida, porque tus rivales tienen los mismos objetivos que tu y poseen un abanico de incordiantes saltos de turno, acumulación de cartas, retrocesos, robos y petardazos que harán las delicias de cualquier mascletero valenciano.


Da gusto tener de estas en la mano... el problema es que los demás jugadores también tienen.

Para colmo, la mascota del juego "Dina" aparece cuando menos te lo esperas y, aunque hay unas pequeñas posibilidades de que puedas apagarla antes de que te llegue, se dedica a acumular cartas cada turno y si tienes la mala suerte de que explota en el tuyo te llevarás todo el montón que haya ido acumulando (a veces incluso puede darte las letras que necesitas), con el consiguiente aumento de cartas en tu mano (¿he dicho que con catorce explotas...?).

Como toque especial que le da un poco más de salsa al juego, haciendo hincapié en su papel de "party game", hay dos detonadores que se activan cuando un jugador los suelte en la mesa, de forma que puede imponer una regla en el juego (o haberse decidido en consenso previamente).

Este detonador será el artífice de mucho cachondeo.

Personalmente he jugado partidas en la que no se podía pronunciar la letra "r" cambiándola por una "l" y acabar hablando con acento chino, he dado las gracias a un personaje de barrio sésamo (gracias espinete) cada turno que me hacían robar, he gritado asustado cada vez que aparecía una "a" y algunos otros delirios que te dan para echarte unas bien merecidas risas... cualquiera que incumpla las normas generalmente se lleva su puñadito de cartas.
Pero no os confundáis, el juego no es de hacer el ganso, son sólo un par de normas para darle color sin llegar a ser humillante (otros juegos con reglas tienen tarea...).

Ahora es el momento de coger vuestros cartuchos, encended las mechas y tirarlos bien fuerte hacia cualquier dirección, ¡Siempre que sea lejos!


4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Te lo aconsejo encarecidamente, se hace ameno y rápido.Pero te aviso, es muy difícil dejar el vicio, siempre te apetece "una más" 😁.
      Me alegra que te sea útil el artículo.

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